Ruta en bici por el río. De Chiswick a Westminster

De Chiswick a Westminster Bridge. Bici

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¿LLegar al punto más turístico de Londres en bici? ¿Eso puede ser? ¡¡¡¡Sí!!!! Y es una ruta preciosa. Fácil y sin peligro. Unos 20-30 kilómetros, no estoy muy segura. Nos hicimos 28 pero también dimos unas vueltas antes. Empecemos.

Partiendo desde mi barrio, Chiswick, nos vamos a Kew Bridge, para coger la orilla sur del Támesis. Durante varios kilómetros, va a ser como  un paseo por el campo, similar a las otras rutas en bici por el río que he puesto aquí. 

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Se me hace, siempre, muy agradable y curioso estar tan cerca del centro de la ciudad y tener la sensación de que vas por mitad del campo. El camino, medio asfaltado, está rodeado de mucha vegetación. Tanta, que, a veces, no ves el río que lo tienes justo a tu izquierda, ni ves lo que hay a tu derecha. El caso es que, durante unos cuantos kilómetros, aunque no deja de haber edificios, muchas veces no los ves.

Uno de los días que hicimos esta ruta, eché de menos un pañuelo en la boca, ya que pasamos por varias nubes de mosquitos y alguno me tragué. 

Antes de llegar al puente de Hammersmith, pasas por algunas urbanizaciones de semi lujo, muy bonitas y también por lo que podría ser un paseo marítimo de un pueblo costero inglés. Es curioso y agradable. 

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También verás otros edificios, unos abandonados y otros remodelados. Uno es el edificio Stag Brewery, de 1700, antigua fábrica de cerveza, que en los últimos tiempos producía la cerveza Budweiser, hoy comprada por un grupo de Singapur con la idea de construir apartamentos en él, dentro de un proyecto de otro nuevo barrio al lado del río. 

Después de pasar el puente de Hammersmith, de nuevo un buen tramo  de “campo”, por llamarlo de alguna manera, y pasamos por delante de otro edificio muy curioso: Harrod´s Furniture Depository, antiguo almacén de los almacenes Harrod´s para aquellos muebles demasiado grandes para tenerlos en la tienda. Antes de servir de almacén de estos grandes almacenes, fue una fábrica de jabón, construida en 1894. Es un edificio muy bonito, hoy convertido en apartamentos de lujo. 

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Luego llegas a una parte donde se encuentran distintas escuelas náuticas, unas seguidas de otras, que organizan competiciones y entrenamientos todos los días, en especial los fines de semana. 

Esta zona, no se bien por qué, me recuerda al estilo francés. Es más coqueto, las casas que hay entre club y club, suelen tener ventanas francesas y quizás sea por eso. Esta calle, recibe el nombre de Embankement. Hay algún pub, pensado como para los practicantes del remo, que también son muy agradables, con terrazas mirando al río.

Poco a poco, empiezas a descubrir que los edificios se van modernizando. Y el camino, antes de tierra, se convierte en un auténtico paseo marítimo. Bastante agradable y con muchas terrazas al lado del río. Atraviesas un parque, Wandsworth Park, y la zona todavía se hace más moderna.

Incluso tiene tramos futuristas, por decirlo de alguna manera. Es muy curioso el contraste. De pronto, en el viejo Londres, encuentras edificios ultramodernos, paseos marítimos y los barcos, algunos viejos, anclados en el río, justo al lado. Especialmente me llamó la atención un barco-chalet. Curiosísimo. Justo en la orilla de una de las zonas más modernas, me fijé en una pareja tomando un refresco en lo que podría ser el porche de un chalet. La verdad es que barco, no parece. Quizás debería llamarlo chalet flotante. 

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Teníamos diversas opiniones de este chalet flotante. ¡A mí me gustó! Me parece que tan cerca del centro, estás viviendo en un chalet, tan cerca del agua, que estás sobre el agua misma. Es como si estuvieras  en un lago, pero que salvando la pasarela que te lleva a tierra firme, estás justo al lado de los servicios más modernos de la ciudad.

También están bastante cuidadas las urbanizaciones. Algunas, aunque con un diseño moderno y atrevido, pueden resultar agobiantes para los que viven en ellas, ya que son un poco “escaparate”, pero están rodeadas de zonas verdes.  Otros edificios, tienen unas terrazas realmente espectaculares, que aunque el tiempo no siempre permitirá aprovecharlas, el día que hace bueno, me producen una tremenda envidia. 

Encontrarás obras haciendo nuevos edificios. Todos en el mismo estilo. Y también algunas fábricas en activo, lo que me hace pensar que toda esta zona, hace unos años, no muchos, era una sucesión de fábricas y empresas diversas. 

El camino, el Path Thames, está siempre indicado. En algunas ocasiones, te va a sacar de la rivera del río, para adentrarte un poquito en la ciudad. A veces, también puedes “desobedecer” y seguir por las aceras al lado del río. 

Asimismo encontrarás otros edificios que no son tan modernos, pero que es muy posible que hayan rehabilitado el paseo al lado del río. Pasarelas de madera, un helipuerto, bancos tranquilos mirando al río….Sigue siendo una ruta muy agradable y curiosa. 

Nosotros hicimos una pequeña parada, una vez pasado el Putney Bridge, en un particular café, que compartía espacio con una iglesia. Sí. Desde las mesas de la cafetería, podías acceder a la iglesia con varios siglos de antigüedad. Pero la oferta para parar a reponer fuerzas es muy variada a lo largo de casi todo el camino. 

Más adelante, llegaremos a Battersea Park, justo en frente de Chelsea y delimitado por dos puentes que me gustan mucho: El Albert Bridge más al oeste, y el Chelsea Bridge más al este. 

Este parque es muy bonito. Tiene un pequeño zoo pensado especialmente para los niños, un lago y una escultura que probablemente tenga algún significado en la cultura india. Es muy agradable y bastante grande con chiringuitos cerca del lago donde puedes pedir algo de comer. En principio, no está permitido ir en bici por el parque, no entiendo muy bien por qué, pero las veces que he ido, solo una señora me regañó.

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Los puentes Chlesea y Albert, que delimitan el parque, son muy bonitos y más por la noche iluminados.

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Llegados al Chelsea Bridge, te recomiendo cruzarlo hasta la orilla norte, ya que en la sur, hay (al menos, cuando escribo este post) muchas obras y es muy difícil seguir el camino del río. De hecho, lo intentamos y nos perdimos debajo de pasarelas varias, de trenes y coches, donde nos encontramos una residencia de animales. Así que volvimos sobre nuestros pasos y cruzamos el puente. 

Desde esta orilla, vamos a ir hasta el siguiente puente para volverlo a cruzar. No hay camino al lado mismo del río, solo una pequeña terraza para observar más edificios futuristas que se están construyendo o recién construidos. 

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Una vez que volvemos a cruzar, los edificios no son tan modernos, y a medida que nos acercamos al London Eye, son más antiguos. Poco a poco nos vamos acercando a Westminster y vamos viendo las casas del Parlamento con la torre del Big Ben y el London Eye.

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Sé que hay mucha gente que se mueve en bici por Londres pero a mí me pareció muy emocionante llegar desde mi casa hasta el centro. Una experiencia muy, muy chula. Según las ganas que tengas, puedes volver en bici o coger el metro y volver en él, si no es hora punta. ¡Hacedla!

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Para acompañar a esta entrada, puedes ver el video que hicimos en:

Éste es el recorrido: